Lo que no sueltas por dentro, te limita por fuera a la libertad, a la riqueza.
Supongamos lo siguiente:
Eres una persona que parece tenerlo todo bajo control: buen trabajo, un ingreso decente, y planes para crecer. Pero, a veces, en tus pensamientos más profundos, sabes que algo te detiene, una escasez interna que limita tu abundancia, libertad y riqueza. Quizá no lo veas tan claro, porque para ti todo eso significa “seguridad”.
Tal vez heredaste de tu familia la idea de que “el dinero siempre escasea” y que “siempre hay que ahorrar porque nunca sabes cuándo todo se acaba”. Por más que trabajes más duro, algo en tu interior sigue gritándote que no mereces abundancia, libertad y riqueza
¿Te suena familiar?
Quizá has llegado al punto donde te das cuenta… tu mente necesita una limpieza profunda. No se trata de recitar frases de motivación frente al espejo. Es cuestión de dejar de ver la escasez como tu único destino, de dejar de analizar tu tristeza como si fuera tu identidad, y de dejar de repetirte las mismas frases que solo te mantienen atado al pasado y a tu estancamiento en el presente.
Puedes comenzar a tirar esas “prendas” viejas que ya no te sirven: dejar de tolerar la mentalidad de escasez y empezar a probarte nuevas ideas. Como la libertad de emprender, la posibilidad de equivocarte y volver a levantarte, la idea de que la riqueza comienza adentro, no afuera.
Tu vida no cambia de un día para otro, pero puedes dar un paso clave: abrir espacio para lo nuevo. Si te identificas con estas palabras, es momento de hacer lo mismo: sacar lo viejo, lo que no suma.
Finalmente, ¿No sabes por dónde empezar? Hay espacios donde se habla de mentalidad, riqueza y libertad con herramientas reales. Así mismo, esta reflexión sea el impulso que necesitas.
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Aléjate de la escasez y acércate a la abundancia, a la libertad y riqueza.
