Tu próxima oportunidad quizá ya te saludó hoy y no lo notaste
Hay un tipo de conexiones cotidianas, relaciones con oportunidad que solemos pasar por alto. No es el inversionista importante ni el influencer que sigues en redes. Es la persona con la que cruzas palabras sin planearlo, la que parece no tener relación directa con tus metas, pero te deja algo: una idea, una sonrisa, una perspectiva nueva.
El compañero que sugiere un libro sin que se lo pidas. El conocido que te comparte un contacto sin buscar nada a cambio. Seguramente ya lo has vivido y no lo has notado, pero esas interacciones pequeñas, incluso silenciosas, pueden convertirse en los lasos de una red más perrona de lo que imaginas.
En bienes raíces, como en la vida, efectivamente gran parte se construye a base de contactos estratégicos o grandes alianzas. Por eso, incluso tras conversaciones que parecen irrelevantes, pueden terminar siendo la clave para encontrar un terreno, asociarte con alguien valioso o descubrir una nueva forma de invertir. Gracias a las conexiones cotidianas, relaciones con oportunidad.
No subestimes lo que no puedes cuantificar
Has aprendido a mirar el valor en términos de ROI, métricas, resultados inmediatos. Y sí, como inversionista, pensar en datos es nuestra ley. Pero el crecimiento exponencial a veces se desvía de esta lógica, y ocurre cuando cultivas relaciones cotidianas con intención y conexión, incluso si al inicio no sabes qué oportunidad hay o a dónde te llevarán.
Si empiezas a prestar atención a las conexiones cotidianas, a las relaciones y oportunidades, en consecuencia, es posible construir. Y sin darte cuenta, una base más sólida para tus próximos tratos perrones.
Por lo tanto, si estás en busca de nuevas formas de crecer, tal vez lo que necesitas no es más información, sino más conexión. Hay espacios donde esas relaciones y oportunidades ocurren más seguido de lo que crees. Lo importante es estar en el lugar correcto.
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Lo que no sueltas por dentro, te limita por fuera a la libertad, a la riqueza.
Supongamos lo siguiente:
Eres una persona que parece tenerlo todo bajo control: buen trabajo, un ingreso decente, y planes para crecer. Pero, a veces, en tus pensamientos más profundos, sabes que algo te detiene, una escasez interna que limita tu abundancia, libertad y riqueza. Quizá no lo veas tan claro, porque para ti todo eso significa “seguridad”.
Tal vez heredaste de tu familia la idea de que “el dinero siempre escasea” y que “siempre hay que ahorrar porque nunca sabes cuándo todo se acaba”. Por más que trabajes más duro, algo en tu interior sigue gritándote que no mereces abundancia, libertad y riqueza
¿Te suena familiar?
Quizá has llegado al punto donde te das cuenta… tu mente necesita una limpieza profunda. No se trata de recitar frases de motivación frente al espejo. Es cuestión de dejar de ver la escasez como tu único destino, de dejar de analizar tu tristeza como si fuera tu identidad, y de dejar de repetirte las mismas frases que solo te mantienen atado al pasado y a tu estancamiento en el presente.
Puedes comenzar a tirar esas “prendas” viejas que ya no te sirven: dejar de tolerar la mentalidad de escasez y empezar a probarte nuevas ideas. Como la libertad de emprender, la posibilidad de equivocarte y volver a levantarte, la idea de que la riqueza comienza adentro, no afuera.
Tu vida no cambia de un día para otro, pero puedes dar un paso clave: abrir espacio para lo nuevo. Si te identificas con estas palabras, es momento de hacer lo mismo: sacar lo viejo, lo que no suma.
Finalmente, ¿No sabes por dónde empezar? Hay espacios donde se habla de mentalidad, riqueza y libertad con herramientas reales. Así mismo, esta reflexión sea el impulso que necesitas.
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Aléjate de la escasez y acércate a la abundancia, a la libertad y riqueza.
¿Y si esa “seguridad” que tanto buscas te está alejando de tu libertad y de la oportunidad de crecer?
Muchos sueñan con la libertad, pero viven atrapados en la comodidad. Es más fácil pensar: “Mejor no arriesgar lo que tengo”. Un pensamiento que los estanca cada día y se convierte en una jaula “cómoda”. Puede ser que tengan un trabajo “estable”, un ingreso fijo, una rutina…
Pero esto también significa sueños postergados, metas congeladas y miedo al cambio, y no, no se dan cuenta de esto.
¿Te has preguntado si estás viviendo como un ostión satisfecho? ¿Cómodo, inmóvil, protegido en su concha o como un águila inquieta que prefiere volar, aunque implique esfuerzo y riesgo?
El precio de la comodidad: perder la oportunidad de crecer
Hay personas que llevan años viviendo bajo programas de ayuda o empleos que no les apasionan, convencidas de que la tranquilidad de hoy justifica la falta de libertad de mañana.
Esto no significa que aceptar ayuda sea malo. Yo mismo tuve que usar ayuda del gobierno después de mi bancarrota, pero la usé como un trampolín temporal, no para quedarme ahí por siempre.
Piensa que detrás de cada reto hay una oportunidad. Detrás de cada miedo, una invitación a crecer. Si no estás dispuesto a moverte, a incomodarte y a aprender, seguirás siendo espectador de la vida de otros.
El momento de actuar no es cuando todo esté perfecto, es ahora
¿Cuántas veces has postergado tus decisiones esperando el “momento ideal”?
La verdad es que ese momento casi nunca llega.
Lo que sí puedes hacer es tomar una pequeña acción hoy. Algo tan simple como cuestionar tu rutina o elegir, aprender algo nuevo puede ser el primer paso hacia la cima. Te dejo con una pequeña frase.
“Prefiero equivocarme volando que quedarme quieto esperando que alguien más me resuelva la vida”.
Esa es la mentalidad del inversionista 180, del líder. No se trata de hacerlo todo perfecto, sino de avanzar con propósito.
¿Y ahora qué?
Si este mensaje resuena contigo, tienes madera para convertirte en un líder. Busca rodearte de personas que también decidieron volar. Hay espacios donde se habla de cómo transformar tus finanzas, crecimiento personal y caminos reales para lograrlo, incluso empezando desde cero.
No tienes que hacerlo solo y perder la oportunidad de crecer.
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Hoy revisé una propiedad de 38 unidades que nos han ofrecido fuera del mercado, y quiero compartir contigo algunos puntos clave que siempre consideró al evaluar una inversión.
La propiedad está en una zona excelente, rodeada de otras propiedades donde los dueños si le ponen cariño a la propiedad.
…Esto es importante…
Porque un vecindario bien mantenido añade valor a cualquier inversión. La propiedad en cuestión, sin embargo, muestra claras señales de abandono: el césped está seco, el estacionamiento necesita atención y hay siding podrido.
Aunque esto puede parecer negativo, en realidad representa una oportunidad para agregar valor. La propiedad, construida en 1989, requiere renovaciones significativas cómo reemplazar el siding, pintar y mejorar el estacionamiento y el césped. Con el conocimiento adecuado, podemos transformar estos problemas en una ventaja, asegurándonos de hacer una oferta inteligente y rentable.
Lo esencial no es solo renovar, sino mantener la propiedad en buen estado a largo plazo. Muchas personas fallan en esto y, después de unos meses, la propiedad vuelve a deteriorarse. Por eso, el mantenimiento continuo es crucial.
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Resultados no típicos ni garantizados. Toda inversión de bienes raíces conlleva riesgos. Como puedes ganar, puedes perder dinero.
Te comparto nuestra reciente adquisición de 40 unidades, compradas por $5.9 millones. Hemos invertido alrededor de $1,300,000 en renovaciones, desde remodelaciones interiores hasta pintura exterior, arreglos de techos y un nuevo sellado del estacionamiento. Además, adquirimos otras 40 unidades por $5.3 millones, invirtiendo un poco menos de medio millón en su remodelación.
Te comparto todos los detalles de las renovaciones y el proceso en el video completo ya que te comparto bastante información que te servirá si te quieres dedicar a invertir en bienes raíces
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